La verdad no siempre está a la vista
Definitivamente pintar no es la única es la razón de ser de un artista, también se trata de un serio compromiso con una forma de comunicación, donde no son las palabras quienes narran una historia y si lo es el hecho de lograr imágenes que estimulen los sentidos y los sentimientos llevando a una reflexión, a un pensamiento, a un punto de vista, con sentido o no, pero con un trasfondo que no se quede atrapado en la trivialidad de la estética o de la forma. El verdadero valor de una obra está directamente relacionado con el hecho de llegar a alguien, estableciendo una buena conexión entre la obra y la persona que la observa. En otras palabras, no es lo mismo, ver en la misma obra: el rostro lánguido de un hombre o ver a un hombre que manifiesta su tristeza profunda a través de su propia estética corporal y de su propio lenguaje visual. Las dos posturas son lógicas y tienen sentido, pero conceptualmente se presenta una aguda diferencia, cuando el observador puede traspasar la barrera de lo obvio y logra abrirse paso entre los trazos y texturas hasta encontrar la razón da la tristeza del hombre. Por esta razón al comenzar una nueva pintura, hay algunas cosas con las cuales me siento comprometido: Debo hacer que se pongan de acuerdo mis pensamientos con mis pasiones, el cómo y el por qué, la forma con el fondo, para lograr un resultado atractivo con un mensaje correcto y perdurable. También ha sucedido, que en la misma obra, la forma toma ventaja sobre fondo, convirtiéndose en una obra atractiva simplemente por la vistosa utilización del color o la composición. De ninguna manera culparé a la obra si no se llega hasta el fondo de su mensaje, y si culparé a la escueta evaluación de parte de un inocente, superficial o poco curioso observador. A sabiendas de estas verdades, siento que debo dejar evidencias pintadas o esculpidas de la manera más honesta y no pensar que siempre se puede tener un juicio justo. Las verdades no siempre están a la vista. Son muchos los que han escarbado profundamente y han encontrado tesoros escondidos en mi obra y muchos los que se han cansado de escarbar, sin descubrir nada más que el placer de tener una obra de un artista que pinta cosas extrañas, pero interesantes de observar.